El 14 de marzo de 1950, durante un emocionante partido entre Guatemala y Honduras en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, miles de personas en el Estadio de la Revolución (hoy Estadio Doroteo Guamuch Flores) presenciaron algo fuera de lo común. Un Objeto Volador No Identificado cruzó el cielo a plena luz del día, dejando atónitos a más de 80,000 espectadores que observaron cómo el objeto se desplazaba silenciosamente de oriente a occidente. La noticia fue tan impactante que el diario El Imparcial documentó el avistamiento, inmortalizando este episodio en la historia del país.

Este avistamiento fue solo uno de los muchos que se registraron en Guatemala durante el año 1950, en lo que se considera una “oleada OVNI”. A lo largo de ese tiempo, los ciudadanos reportaron varios fenómenos aéreos extraños en distintas regiones del país. Este evento en el estadio dejó una marca en la historia de la ufología en Centroamérica, generando teorías, relatos y un profundo interés por lo desconocido que aún perdura hoy en día.